De la mano de LeBron James, los Cleveland Cavaliers forzaron este jueves a un séptimo partido la final de la NBA al vencer a los Golden State Warriors por 115-101, dejando empatada la serie a tres triunfos por bando.
LeBron se desbordó por segundo juego consecutivo con 41 puntos y los Cavaliers se acercan a una hazaña, ya que ningún equipo en 32 finales abajo por 3-1, como estuvieron, ha podido ganar una final de la NBA. El séptimo partido de esta final será el próximo domingo en Oakland, sede los Golden State Warriors.
Sólo dos veces en la historia de las finales de la NBA un equipo que se quedó atrás 3-1, como le ocurrió a los Cavaliers, forzó un séptimo juego: fueron los New York Knicks en 1951 y Los Angeles Lakers en 1966.
Equipos visitantes han ganado sólo tres veces en el séptimo juegos en 18 finales de la NBA, todo dentro de un lapso de 10 años entre 1969 y 1978.
Boston ganó séptimo juegos en Los Ángeles en 1969 y Milwaukee en 1974 y el más reciente se produjo cuando Washington ganó en Seattle hace 38 años.
Cleveland puede completar la mayor remontada en la historia de la final de la NBA, convirtiéndose en el primer equipo en remontar esa desventaja para reclamar la corona, si gana el próximo domingo en Oakland.
Sin embargo, los Golden State puede acabar la temporada con más victorias en la historia de la NBA con una repetición del campeonato, pero los Warriors han perdido dos veces en fila por segunda vez en la temporada.
De ganar el domingo, sería el quinto título para los Warriors, que ganaron en 1947 y 1956, mientras que tenían sede en Filadelfia, así como 1975 y el año pasado después de pasar a la bahía de San Francisco en 1962.