Para el mejor Real Madrid de la historia no hay retos imposibles.
Con el hándicap del factor cancha en contra, los blancos conquistaron su 33ª Liga al imponerse al Barcelona 3-1 en la final y revalidar el título del año pasado, un hecho que no conseguían desde la temporada 1993/94. Llull, MVP de la final por segunda vez consecutiva (21 puntos y 23 de valoración en el cuarto encuentro), la fuerza de equipo, con siete jugadores en dobles dígitos de valoración, y un Palacio increíble con su apoyo, resultaron decisivos en el último partido. El Madrid concluye la temporada con el doblete de Liga y Copa, el 18º de su historia y el 12º título de la era Laso.
El Madrid quería aprovechar la oportunidad de ser campeón ante su afición y salió con todo a un Palacio teñido de blanco e imponente. Las dudas sobre la participación de Carroll se disiparon con su entrada de inicio. Tras un 5-2 de arranque (todos de Thompkins), fue el Barcelona el que marcó el ritmo del primer cuarto con su defensa zonal, la misma que le había dado la mejoría en el último cuarto del tercer partido. Sin tiro de tres puntos (0/5), los azulgranas, con Tomic (9), Satoransky y Navarro (5), llegaron a ponerse con un 30-19 a favor en el 12’.
El Madrid, con la energía del Palacio
Momento delicado para los de Laso. Tiempo de la afición. Ni un alfiler entraba en el Palacio. Su aliento levantó al Madrid y le dio ese plus de agresividad que exigía el encuentro. Mordió a los visitantes con una segunda unidad de lujo. Chacho, Rudy, Nocioni, Willy... Empezaron a entrar los triples. Dos de Llull seguidos abrieron un parcial de 17-4 entre el 12’ y el 16’ para culminar la remontada y ponerse por delante con el 36-34 después de un jugadón de Rudy en el que impidió a Tomic anotar y finalizó el contrataque con un triple.
El Barcelona capeaba el temporal con un inspirado Perperoglou (9 puntos) mientras Tomic mandaba el partido al descanso dos arriba para los suyos (45-47, min. 20).
LLULL ES, CON SABONIS, EL ÚNICO JUGADOR QUE LOGRA EL MVP DE LA FINAL DOS VECES SEGUIDAS.
Pero los azulgranas no daban ningún respiro. Con Satoransky y Navarro a la cabeza demostraron su categoría y entereza, llevando al Madrid al máximo esfuerzo en un tercer cuarto que comenzó abajo, con el 47-52 en el 22’, pero que a base de despliegue físico y defensa dio la vuelta. La implicación de todos los jugadores, con con Thompkins y Ayón asumiendo el rol ofensivo y Taylor levantando a la grada con acciones espectaculares como el vuelo sobre Samuels con rebote ofensivo y canasta, propiciaron que el Barcelona estuviera más de dos minutos sin anotar (72-65, min. 30).La solidez del campeónEl Barcelona volvió a la carga con sus pesos pesados. Quería quinto partido. Un 2+1 de Doellman recortaba la diferencia al 74-73 en el ecuador del último cuarto. Pero el Madrid no estaba dispuesto a viajar a la Ciudad Condal. Thompkins y Chacho, éste con dos triples, dieron réplica al empuje catalán, que vio cómo en los dos minutos finales el Madrid le pasó por la izquierda con Llull como una moto. Primero con el 87-80 a poco más de un minuto y luego con el 91-84 final. Victoria 1.500 en Liga en un marco incomparable, con un abarrotado Palacio al grito de “¡¡Campeones, campeones y así, así gana el Madrid!!”.