Se quebró Juan Martín del Potro en el US Open

 

Como si el carrusel de sacudones anímicos en el que desde hace un tiempo viaja Juan Martín del Potro no fuera suficiente, anoche el tandilense se conmovió con una ovación de las que no existen en el tenis. En Nueva York, cuando estaba 2-5 en el cuarto set y se encaminaba a recibir el servicio de Stan Wawrinka en lo que apuntaba a ser el último game de una derrota, escuchó un "olé, ole, olé, olééé, Delpooo, Delpo..." y una aclamación que pausaron por más de 80 segundos el partido.

 

 

Era la 1.20 y ya quedaba muy poco público en el Arthur Ashe -no más de 3000 personas donde caben 23.000-, pero la mayoría cantó, gritó y aplaudió por ese argentino que había sufrido y luchado demasiado para volver a ser tenista. El umpire francés Pascal Maria no pidió silencio, y el suizo Wawrinka, en lugar de quejarse o intentar sacar en seguida, dio unos pasos atrás para que Del Potro se adueñara del momento que le regalaban algunos compatriotas y muchos neoyorquinos. Las pantallas gigantes lo mostraron en primer plano mientras aplaudía a los espectadores con su raqueta y se cubría los ojos para contener las lágrimas.