Gareth Bale presente en el triunfo de Real Madrid sobre el Espanyol

 

La tarde era ver a Morata y quizás ver a Bale, Pues marcaron los dos en el círculo virtuoso de Zidane.

Con el 1-0, logrado por Morata el Español estaba muy cerca del partido, pero muy lejos del área. No inquietaba, que era, precisamente, el objetivo que se había planteado. Hubo algunas cosas durante esos minutos. Un par de lances de Carvajal, que mide su efervescencia; la entrada de Casemiro, cada vez más suelto en ataque; el incordio sin premio de Lucas y las buenas acciones de Morata, concreto y fino en casi todo lo que hizo.

Fue sustituido por Bale en el 70, con la ovación esperada. En el campo se notaba que Bale y Casemiro pertenecen a un tipo físico superior. La zancada de Bale es olímpica. Y corría, curiosidad, por la banda del asistente Zancada Lobato.

Fue quien remató un partido que parecía disecado en el 1-0. En una rápida contra, Isco (las dos asistencias del partido) vio el desmarque estrepitoso del galés, que con la zurda hizo el resto.