Melissa y Diego: ¿Los verdaderos protagonistas?

 

En un partido entretenido, en el cuál hubo de todo, desde un defensa central que marca dos goles para su equipo y uno para el rival; hasta errores arbitrales groseros, y una rueda de prensa final que convirtió en irrelevante lo sucedido en la cancha. El fútbol en nuestro país ha pasado a un segundo plano. 

Y es que, tristemente, es así. Los que están fuera de la cancha tomaron mayor importancia que los que mueven la pelota y hacen los goles. Desde el rifirrafe entre Héctor Vargas y Diego Vásquez, en la semana que se jugaba el partido de vuelta de la semifinal. En los medios y en las redes sociales se habló más de ellos dos, que de Marathón y Motagua. 

Diego Vásquez cometió un error al hacer hincapié en el genero de la árbitro de la final. Si bien es cierto, el titular que publicó diario diez no encierra toda la verdad del contexto, el técnico de Motagua debió medir sus palabras para expresar su pensar y no dar pie a la polémica que se ha creado. 

Cuando un entrenador o empleado de cualquier índole toma un micrófono, debe entender que habla no solo a título personal, sino en representación de la institución para la que trabaja. 

Honduras es un país sumamente convulsionado, sumido en la pobreza e ignorancia, donde los ídolos de muchos se encuentran representados en figuras deportivas, y estos en lugar de servir de ejemplo y dignificar el fútbol, incitan al odio, la trampa y hasta a la violencia. 

En lugar de apagar el fuego, avivan la llama. 

¿Que pensará un niño al ver que la persona que admira actúa de esa manera? ¿Cuántos tomarán como ejemplo lo que expresan sus ídolos? 

Héctor Vargas y Diego Vásquez me parecen los mejores entrenadores del país, y no de ahora sino desde hace mucho tiempo. Lastimosamente lo bueno que hacen en la cancha lo borran cuando destilan veneno frente a las cámaras y micrófonos. 

Pese a que la crítica de Vásquez tiene sustento, no me pareció la mejor forma de exteriorizarla. Melissa Pastrana cometió errores como cualquier ser humano, sin embargo creo que tiene muy buenas cualidades para pitar en la Liga Nacional. El verdadero error radica en haber apresurado su proceso, en lugar de llevarla paso por paso, como cuando un joven jugador debuta en la liga, y va sumando minutos de a poco hasta lograr la titularidad y llegar a jugar partidos importantes. 

No hay necesidad de exponerla de esa manera. Su personalidad y buen trabajo le irán abriendo el camino como hasta ahora. Hoy se equivocó, pero mañana podrá rectificar. Cada vez que ruede el balón tendrá una nueva oportunidad. 

Sin embargo es hora de que se hable dentro de la cancha, de que los protagonistas sean los futbolistas y lo demás pase a segundo plano, pero sobretodo que reine la paz y que toda la gente involucrada en el deporte empiece a entender que al final esto es un juego y no la guerra.

No sirvan de excusa para que los de afuera armen conflictos y desaten su ira y frustración con su rival deportivo. Somos hijos de la misma tierra y el deporte es para unirnos y no para separarnos. Suficiente tenemos con los “líderes” que nos gobiernan y que intentan dividirnos día a día. 

Señores, es tiempo que asuman el papel que les corresponde y sean agentes de cambio. Honduras está ávida de buenos ejemplos, de encontrar una luz al final del túnel. No le quiten a la gente su única esperanza. No manchen la pelota y dignifiquen este hermoso deporte que nos apasiona a todos. 

La sociedad hondureña se los agradecerá y reconocerá.