Nadal anunció este miércoles que no disputará el torneo de Brisbane debido a unas molestias en el muslo izquierdo.
El número dos del mundo, de 32 años, explicó en una conferencia de prensa que su voluntad era saltar a la pista la próxima madrugada, frente al francés Jo-Wilfred Tsonga, pero que finalmente renunciará por precaución. Después de examinar al tenista, los médicos le advirtieron de que jugar podía suponer un riesgo mayor y le recomendaron no forzar, ya que en menos de dos semanas arrancará el primer grande de la temporada en Melbourne (del 14 al 27 de enero).
"Me hicieron una resonancia magnética y vieron una pequeña distensión en el muslo izquierdo", indicó el balear, ganador de 17 majors. "Intenté jugar, quería jugar, pero las recomendaciones de los médicos eran distintas", continuó. "Es algo pequeño, pero si juego puede hacerse más grande; competir puede empeorarlo. Me siento mejor que hace unos días, pero si juego aquí el riesgo de hacerme daño es mayor", selló.
Después de 112 días de ausencia, Nadal reapareció hace cinco días en Abu Dabi. El mallorquín cedió en la exhibición contra el sudafricano Kevin Anderson (4-6, 6-3 y 6-4) y posteriormente decidió no disputar el partido por el tercer y cuarto puesto con el objetivo de proteger su cuerpo al máximo, dado que este año pretende reducir a lo imprescindible su actividad. Cabe recordar que en 2018 se ausentó de 10 torneos por diferentes percances físicos y que su último partido oficial fue el 7 de septiembre, cuando la rodilla derecha le obligó a retirarse durante las semifinales del US Open ante Juan Martín del Potro.
Desde entonces, Nadal no pudo participar en Pekín, Shanghái ni París-Bercy, y luego pasó por el quirófano para extraer un "cuerpo libre interarticular" del tobillo derecho y también tuvo que ausentarse de la Copa de Maestros. En total, el de Manacor jugó solo nueve torneos, de los que ganó cinco. Su cuerpo, de nuevo, volvió a ser su principal enemigo. "No quiero sufrir más que el año pasado", anticipó ayer, en la antesala de Brisbane. "No quiero cometer el error de competir sin estar al cien por cien", cerró Nadal.