Roger Federer volverá a jugar una final de Grand Slam después de casi un año y medio. El suizo de 35 años venció a su compatriota Stanislas Wawrinka en una batalla a cinco sets y se metió en la definición del Abierto de Australia, en la que podría cruzarse con el español Rafael Nadal. Federer se impuso por 7-5, 6-3, 1-6, 4-6 y 6-3 en 3 horas y 4 minutos.
"Siento que todo ha sucedido muy rápidamente. Y es increíble, porque nunca, nunca, incluso en mis sueños más salvajes, pensé que llegaría tan lejos en Australia", confesó el suizo tras la emocionante victoria.
Federer espera ahora por Nadal o Dimitrov en la final.
El suizo ex número uno del mundo, que viene de seis meses sin jugar por una lesión, comenzó sólido ante su amigo Wawrinka, cuarto preclasificado, y sacó ventaja de dos sets. Pero al gran Stan no hay que darlo por vencido nunca y lo demostró: levantó esos dos parciales de desventaja y llevó las acciones a un quinto set.
Wawrinka levantó dos sets en contra, pero no pudo en el quinto. Allí, con Roger visiblemente cansado desde hacía varios games, el partido se terminó de volcar en favor del actual número 17 del ranking de la ATP. Federer quebró el saque de Wawrinka en el sexto game y se disparó directo a la victoria. Así quedó un paso más cerca de alcanzar su Grand Slam 18 (el último fue en Wimbledon 2012) y jugará una final de torneo grande por primera vez desde el Abierto de los Estados Unidos de 2015.
Su rival en la final saldrá del choque que mañana disputarán Rafael Nadal (9°) y el búlgaro Grigor Dimitrov (15°), la revelación del torneo. La posibilidad de volver a ver a un duelo entre Rafa y Roger en una final está a punto de concretarse. La última fue en Roland Garros 2011, con triunfo del español. Los enfrentamientos entre ambos están 23-11 a favor también de Nadal.