A nadie deben sorprender todos esos jonrones cruciales que se han conectado en la primera semana de la postemporada.
Los batazos largos están de vuelta. Hubo 5.610 cuadrangulares en la temporada regular, una cifra rebasada sólo por los 5.693 que se dispararon en 2000, en plena Era de los Esteroides.
Y Mark Teixeira cree conocer la causa.
''Creo que las pelotas son más duras, definitivamente. Simplemente puedo sentirlo, puedo oírla cuando le pegan con el bate'', dijo el primera base de los Yankees de Nueva York, quien se retiró al final de esta campaña regular.
Durante la incipiente postemporada, el dominicano Edwin Encarnación pegó un vuelacerca para que Azulejos de Toronto ganara el juego de comodines de la Liga Americana, y Conor Gillaspie dio la ventaja a Gigantes de San Franciscocon su leñazo en la novena entrada del duelo de la Nacional. Travis Wood se convirtió en el primer relevista en conectar un cuadrangular en playoffs desde 1924 y los Cachorros de Chicago se llevaron un triunfo en la serie divisional.
El número de bambinazos había caído de 4.661 en 2013 a 4.186 la temporada siguiente. El repunte comenzó el año pasado, con un total de 4.909.
Y en este año casi se impuso un récord.
''Hemos probado la pelota y estamos convencidos de que este tema no tiene su origen en una diferencia con ésta'', señaló el comisionado de las Grandes Ligas, Rob Manfred. ''Mi opinión es que el incremento se relaciona con la manera en que se juega ahora este deporte, la forma en que se entrena a los bateadores desde una edad muy temprana. No hemos sido capaces de encontrar ninguna causa externa que explique el alza en el número de jonrones''.
Un récord de 111 bateadores conectaron 20 jonrones o más en esta temporada, por encima de los 64 que lo consiguieron en la anterior, de acuerdo con el Elias Sports Bureau. Y hay que olvidarse de los días de débil bateo por parte de los campocortos, intermedistas y antesalistas. Treinta y cinco de los jugadores que pegaron al menos 20 cuadrangulares estuvieron de inicio en esas posiciones al menos en 100 encuentros.
El número de toleteros con 30 vuelacercas o más casi se duplicó, de 20 a 38.