La Fiscalía de España ha pedido que se procese a Neymar, a su padre, al expresidente del Barcelona, Sandro Rosell; al expresidente del Santos de Brasil, Odilio Rodrígues e inclusive a ambos clubes como personas jurídicas por el delito de fraude y estafa durante la contratación del jugador por parte del equipo español.
En un principio el juez de la Audiencia Nacional, Juan Mata, había archivado el caso al no detectar delito alguno, decisión que fue revocada por la Sala de lo Penal.
Tras esto, había pedido que ambas partes presentaran sus acusaciones para abrir un juicio oral y evitar el procesamiento, decisión que fue recurrida por el fiscal, buscando de nueva cuenta que se procese a los acusados.
La primera acusación indica que Rosell concertó unos pagos con la familia de Neymar que ocultaron a DIS, firma que cuenta con el 40 por ciento de los derechos de jugador, y al Santos, y que junto a una cláusula de penalización si Neymar elegía firmar con otro equipo van en contra del reglamento de la FIFA, y tiene una pena de 6 meses a 4 años de cárcel, inhabilitación y multa.
Por su parte, el delito de estafa se debe a que junto al acuerdo de 17.1 millones de dólares por el traspaso de Neymar, el Barcelona y el club Santos firmaron dos contratos más, uno en el que el equipo español se comprometía a pagar 4.5 millones de euros en caso de no realizarse un partido amistoso entre ambos equipos, juego que jamás se dio.
El segundo contrato implicaba el pago de 7.9 millones de euros al Santos para tener preferencia para el traspaso de otros 3 jugadores, por los cuales el equipo español no volvió a mostrar interés.
De acuerdo a las autoridades españolas, estos acuerdos fueron realizados únicamente para esconder un pago mayor por Neymar, y evitar el pago de los impuestos correspondientes.