Otro de los grandes que marcó época es el corredor estadounidense Carl Lewis,
considerado el mejor atleta de pista y campo de todos los tiempos, calificativo refrendado con nueve medallas olímpicas de oro. Con sus cuatro victorias en 1984 igualó el récord establecido por Jesse Owens en los Juegos Olímpicos de 1936 en Berlín (Alemania), donde impuso dos récords mundiales en 100 y 200 metros lisos y uno olímpico en salto de longitud. Sesenta años después Lewis, el ‘Hijo del viento’, puso fin a su carrera olímpica igualando el récord del lanzador de disco Al Oerter, quien ganó en cuatro olímpicos consecutivos esta disciplina. Lewis hizo lo propio en salto de longitud.