La misión dorada de Puerto Rico en el Clásico Mundial de Béisbol está a una victoria de concretarse.
En un partido de altas tensiones, Eddie Rosario impulsó la carrera de la victoria para quebrar un empate y la escuadra patria cumplió la promesa de regresar a la final del torneo con triunfo 4-3 en entradas extra frente a la aguerrida representación de Holanda.
Los boricuas aprovecharon la regla de dos corredores en base después la undécima entrada si el desafío seguía empatado para asegurar el sufrido triunfo.
Con Carlos Correa y Kike Hernández en la antesala e inicial, respectivamente, Yadier Molina pegó un toque. Acto seguido, Holanda embazó a Javier Báez en busca de la doble matanza, pero Rosario se creció en la caja de bateo con un bombo de sacrificio que estalló el festejo de los peloteros boricuas después de más de cuatro horas de acción y ante más de 24,000 fanáticos en el Dodger Stadium.
Edwin ‘Sugar” Díaz se llevó el triunfo luego de lanzar las últimas dos entradas sin hits y con tres ponches.
Puerto Rico, invicto en siete salidas, espera ahora por el ganador de hoy entre Japón y Estados Unidos para el partido que coronará un nuevo campeón en el Clásico.
Con el resultado, Puerto Rico tiene marca de 4-0 contra Holanda en la historia de la competencia que dada desde el 2006.