El 7 de febrero de 2018, Kristaps Porzingis, quien por entonces era la figura para la reconstrucción de los Knicks, en la NBA, sufrió una durísima lesión de rodilla que aún hoy lo tiene sin jugar. Pero ese mismo día, esa jugada no habría sido el único acontecimiento desgraciado vinculado al jugador letón de 23 años. El jueves pasado se dio a conocer una denuncia por una supuesta violación a una mujer la misma noche, en su departamento en Nueva York.
Porzingis, traspasado esta temporada a los Dallas Mavericks, está siendo investigado por una presunta violación que una mujer dijo a la policía local que tuvo lugar el año pasado, según un informe del periódico "New York Post". La mujer le informó a la Policía sobre el ataque recién el pasado jueves, agrega la publicación.
Según los informes, la mujer le dijo a la Policía que esperó más de un año para presentarse porque había negociado obtener 68.000 dólares (60.000 euros) de Porzingis para guardar silencio. El abogado del jugador, Roland G. Riopelle, negó las acusaciones y dijo que previamente había remitido el caso a las autoridades federales debido a las "demandas exorbitantes del acusador".
"Somos conscientes de la queja que se presentó contra el Sr. Porzingis el viernes y negamos inequívocamente las acusaciones", declaró Riopelle. "El 20 de diciembre de 2018 dimos a conocer el asunto a las autoridades federales. También hace meses se lo comunicamos a la NBA, que está al tanto de la investigación sobre la demandante", agregó.
Riopelle también señaló que no podía hacer más comentarios sobre una investigación federal en curso y remitió todas las preguntas sobre el asunto a la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) o a la NBA. De parte del atleta buscan probar que hubo una extorsión de la demandante.
Porzingis, de 23 años, jugaba para los Knicks de Nueva York y sufrió la rotura del ligamento cruzado de la rodilla izquierda pocas horas antes del presunto ataque sexual, que la mujer dijo a la policía que ocurrió el 7 de febrero de 2018, en el edificio Sky de Nueva York, donde vivía el jugador internacional letón.
La mujer, que al parecer vivía en el mismo edificio, explicó que había aceptado una invitación para acudir al departamento de Porzingis antes del presunto ataque.
Cuando se preguntó a los Knicks de Nueva York si estaban al tanto del incidente, un portavoz del equipo señaló: "Este es un asunto personal de Kristaps (Porzingis) y no está relacionado con los Knicks". Igualmente, la franquicia neoyorquina le había avisado al dueño de los Mavs, Mark Cuban, que pesaba esa acusación al momento de realizar el traspaso del jugador el 31 de enero pasado.
Cuban, en un correo electrónico a The Post, dijo que el equipo está al tanto de la acusación. "Las autoridades federales nos han dicho que no comentemos nada", alegó.
Mientras, un portavoz de la policía de Nueva York (NYPD) no confirmó el informe del Post, emitiendo una declaración oficial que defiende su política de luchar contra la violencia sexual. "El NYPD toma la agresión sexual y todos los casos de violación extremadamente en serio, e insta a cualquier persona que haya sido víctima a presentar un informe para que podamos realizar una investigación exhaustiva y ofrecer apoyo y servicios a los afectados", destaca el comunicado oficial.