Los Golden State Warriors jugarán en Washington frente a los Wizards el martes 27 de febrero. Por tradición, hasta el año pasado, el primer viaje del campeón de la NBA a la capital significaba visitar al Presidente en la Casa Blanca para saludarlo y, de paso, ofrecerle el trofeo Larry O'Brien.

Pero esta vez no será así.

Donald Trump retiró hace unos meses la invitación al equipo de Golden State tras los comentarios en su contra realizados por las principales figuras de la franquicia. Uno de los más duros en su postura fue Stephen Curry, quien dijo directamente que “no quería ir". Y Kevin Durant se sumó con una frase contundente, asegurando que no respetaba a quien dirige el país.

No obstante, los Warriors ya encontraron una actividad alterna para su visita a Washington. Los integrantes del equipo se juntarán con niños de la ciudad para celebrar el segundo anillo en los últimos tres años.

Aún no se sabe en qué el lugar lo harán y si dicho encuentro será cerrado a los medios. "Es su campeonato. La Casa Blanca les retiró la invitación e hicieron planes. Quiero que los jugadores tengan un buen día y hagan algo positivo y disfruten", afirmó el entrenador del equipo, Steve Kerr, a la cadena ESPN.

Pero la visita a los niños no es la única alternativa para los Warriors. El equipo pensó en hacer un paseo por la ciudad natal de Durant, Seat Pleasant (en Maryland), y también fueron invitados por la alcadesa de la ciudad, Muriel Bowser, y la líder de la minoría en el Congreso, Nancy Pelosi, a acudir al Capitolio. Claro que ambas son Demócratas, opositoras a Trump.

Sin embargo, los jugadores acordaron no ir a este último lugar para no politizar la fiesta. "Se trata de celebrar un campeonato, así que no tiene sentido entrar en lo político y todo eso", aseveró Draymond Green, otra de las piezas vitales del equipo.