“No permitiré que nadie mienta sobre mí”, aseguró Justin Gatlin, campeón del mundo de los 100 metros, tras las denuncias de periodistas del diario Telegraph. Las acusaciones comprometen de nuevo la carrera del deportista estadounidense, que fue nombrado en conversaciones de su entrenador en casos de dopaje.

El trabajo de los periodistas fue hacerse pasar como productores cinematográficos para descubrir la forma de proceder de entrenadores de atletismo en Estados Unidos.

Dennis Mitchell, entrenador de Gatlin, alcanzó la medalla de bronce en 100 metros y fue campeón del 4×100 en los Juegos de Barcelona 1992, y su agente, Robert Wagner, se ofrecieron a los reporteros para conseguirles sustancias prohibidas a través de prescripciones falsas con un médico de Austria.

En concreto ofrecieron testosterona y hormona del crecimiento, por las que pidieron a cambio 250.000 dólares.

En la investigación, Wagner incluso sugiere que Justin Gatlin usó prácticas de dopaje: “¿Crees que Justin no lo hace? ¿Crees que Dennis (Mitchell) no lo hizo?”

“No estoy utilizando ni he utilizado productos dopantes. Me sentí conmocionado y sorprendido al saber que mi entrenador pudiera tener algo que ver incluso con la apariencia de estas acusaciones. Lo despedí tan pronto como descubrí esto”, explicó Gatlin, sucesor del jamaicano Usain Bolt como campeón mundial de 100 metros.

El estadounidense fue abucheado en el reciente Mundial de Atletismo en Londres tras derrotar a Usain Bolt en la final de 100 metros lisos.

La polémica no terminará con las declaraciones de Gatlin. Ahora la Unidad de Integridad de Atletismo estudiará la investigación realizada y determinará la veracidad de los hechos.

¿Credibilidad en el deporte?

La investigación realizada abre de nuevo el debate sobre el nivel de competencia de los atletas en sus diferentes disciplinas. Además, pone en tela de juicio la credibilidad de los deportistas sobre su entrenamiento y los suplementos o medicamentos para contrarrestar enfermedades congénitas.