Cristiano Ronaldo comenzó el 2018 de la mejor manera: en Madeira, su ciudad natal, rodeado de sus seres queridos, y de sus cinco Balones de Oro. Pero el portugués es insaciable, siempre quiere ir por nuevos logros, y según medios españoles, el poderoso PSG tendría en mente realizar una desorbitante oferta en el mercado de verano para contar con los servicios de la máxima estrella del Real Madrid, en la Ligue 1.
París está considera como la ciudad del amor, del romanticismo. Justamente, el Paris Saint-Germain parece estar enamorado de Cristiano Ronaldo, ya que haría hasta lo imposible por verlo vestir sus colores en el estadio Parque de los Príncipes.
Hace poco tiempo, el portugués le habría solicitado un aumento en el contrato a Florentino Pérez, presidente del Madrid. Ante esta situación, el club parisino revitalizó su pasión por Cristiano y lo tentaría con sus millones para verlo jugar junto a Kylian Mbappé y Neymar.
Esta no sería la primera novela entre Cristiano Ronaldo y Paris Saint-Germain. A finales de 2016, muchos medios españoles daban como cerrado el fichaje del portugués por el PSG. Sin embargo, CR7 se sentó a hablar con Florentino, limaron algunas asperezas y el delantero continuó en la Casablanca conquistando una nueva Champions League.
Para que el Paris Saint-Germain pueda concretar su sueño primero deberán ingresar 70 millones de euros a la institución, como cumplimiento del Fair Play Financiero de la UEFA, que rompió luego de los multimillonarios fichajes del francés Mbappé y el brasileño Neymar, entre otros.
Aún más importante será el papel que juegue Cristiano Ronaldo en dicha operación ante tan jugosa oferta, ya que desde Madrid no estarían viendo con buenos ojos la partida de su máximo ídolo. En ese caso, la única solución para el PSG sería desembolsar los 1.000 millones de euros que tiene el portugués como cláusula de rescisión.
En un hipotético caso que llegue a realizarse la multimillonaria venta, el Paris Saint-Germain pasaría a ser el cuarto club de Cristiano Ronaldo en su envidiable carrera futbolística. Esta vez el PSG deberá poner sobre la mesa algo más que sus encantos parisinos. Lo positivo es que tiene tiempo de ahorrar hasta el próximo verano europeo.