En apenas un mes el precio del dólar incrementó un peso con 80 centavos y aunque esa diferencia no pareciera mucha, a grandes escalas provocó, por ejemplo, que el valor de Tigres aumentara 119 millones de pesos mexicanos.
Si los Tuzos hubieran vendido a Hirving Lozano hace un mes habrían recibido 11 millones de pesos menos.
Para bien y para mal, el precio del dólar cimbró las carteras de los clubes y provocará un impacto económico en los equipos que deban pagar más de lo que reciben por ingresos.
“Ellos no pueden aumentar tan fácilmente sus precios ni de entradas ni de camisetas y los patrocinadores, en general, pagan en pesos”, explicó Luis Ramón Carazo, experto en economía y futbol.
Esta situación también perjudica a los clubes que pagan a sus jugadores en dólares excepto aquellos directivos que fijaron un tipo de cambio al firmar el contrato, lo que permite enfrentar mejor la devaluación.
El problema para los clubes vendrá en el mercado de fichajes de diciembre pues los dólares que inviertan por jugadores tendrán un mayor costo para sus finanzas.