El Sevilla jugará la Final de la Copa del Rey contra el Barcelona tras empatar 2-2 en la vuelta de la semifinal contra el Celta de Vigo (6-2 en el agregado). El Celta soñó con la remontada y consiguió ponerse con 2-0 en el marcador, pero la alegría le duró poco, pues un error de Planas permitió a Éver Banega marcar el 2-1 que acababa con sus esperanzas.
El Celta empujó desde el inicio, pero el Sevilla se sentía cómodo defendiendo su renta hasta el primer tanto de Aspas, a la media hora del partido. En la reanudación los de Berizzo encerraron a un rival cada vez más nervioso y en el minuto 10 Aspas hacía el segundo para delirio de los 15.000 espectadores que acudieron a Balaídos, que enmudecieron poco después con el gol de Banega.
El Celta pudo marcar el tercero en un penalti que Wass lanzó al poste y en el minuto 56 Konoplianka hizo el 2-2 definitivo.