El Barcelona se impuso a un duro Villarreal por 2-0, tras un encuentro marcado por el control del balón por parte de los culés y especialmente por un gran encuentro de Ousmane Dembélé. El francés dio el pase del primer gol (de nuevo su conexión con Gerard Piqué resultó clave), y dominó por su banda como quiso en un momento en el que estaban arreciando las críticas sobre él.
La mayor aportación de Dembélé, el más valiente del equipo (rozando la inconsciencia, como hacer seis recortes al fondo del campo para nada) en la primera parte, fue un centro al área que habilitó a Piqué para marcar de cabeza el primer tanto del partido pasada la media hora. El central culé, que se está destapando como un auténtico goleador este año, repitió conexión con el francés y volvió a sacar rédito como ante el PSV.
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— FC Barcelona (@FCBarcelona_es) 2 de diciembre de 2018
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Fue el colofón de unos primeros 45 minutos marcados por el dominio del balón blaugrana, pero que no se tradujo en demasiadas ocasiones. De hecho, a excepción del tanto de Piqué, la mejor ocasión fue de Gerard Moreno para el Villarreal, cuando mandó un balón al palo. La dureza de los centrales 'groguet' les pasó factura, y tanto Víctor Ruiz como Álvaro González ya tenían amarilla antes de la media hora de partido, lo que marcó el devenir del encuentro. También Lenglet, por ir con la plantilla a la altura del pecho sin sentido sobre Chukweze, se vio amonestado antes del descanso.
El guión se mantuvo en la segunda mitad, aunque aumentó ligeramente la tensión. Especialmente entre Gerard Moreno y Gerard Piqué, que se encararon dos veces y tuvieron que ser separados, primero por parte del árbitro y después por parte de Jordi Alba. El lateral dio un buen susto, cuando se quedó echado en suelo tras recibir un golpe en la nuca.
También Cáceres se mostró duro con Busquets, y pese que ha De Burgos Bengoechea se lo pedían, no llegó la sangre al río. Sin embargo, y pese a la entrada de Bacca por Trigueros en una clara apuesta por la velocidad y las últimas acciones en los metros finales, fue el conjunto blaugrana quien culminó la victoria a falta de tres minutos.
Messi, que estuvo siempre pero no llegó a ser tan determinante de cara a gol, vio cómo Aleñà se iba solo y con un medido pase le habilitó ante Asenjo. El canterano blaugrana tocó por encima del portero para poner el 2-0, en el que ya es un gol inolvidable para él: su primer gol en Primera División.
El partido no acabó ahí, sino que tuvo tensión por un enganchón entre Fornals y Busquets. El centrocampista del Barcelona se libró de una tarjeta (amarilla, como mínimo) tras darle una patada en la espalda del villarrealense, que antes ya había mostrado su dureza. Lo peor fue el manotazo que le dio Busquets a Fornals, que acabó con sangre en la boca.