Hoy, Estados Unidos no quiere seguir el mismo destino de México, y dejar su prestigio en manos del equipo isleño.
Los de las barras y las estrellas parten como favoritos por la forma en la que se reforzaron para la segunda parte del campeonato. Michael Bradley, Jozy Altidore y Clint Dempsey fueron convocados por Bruce Arena para llevarse el trofeo.
De ahí partirá el orgullo jamaiquino. Los de la isla tienen en mente repetir aquella gran actuación en la que eliminaron a los del Tío Sam en semifinales y demostraron que no son invencibles en el área. Es cierto que hay muchos de aquel conjunto que no están en el actual plantel, tales como Wes Morgan, Garath McCleary, Giles Barnes, Jobi McAnuff, Adrian Mariappa o Rodolph Austin, pilares en esa sorpresiva final, en la que solamente pudieron marcar una anotación ante el Tricolor.
Uno de los sobrevivientes de aquélla hazaña es el actual referente del representativo de Jamaica, Darren Mattocks fue el que vacunó a México ese día y querrá hacerlo, ahora ante los Estados Unidos.
Los gringos deberán de buscar el arco desde un principio. No tienen que entregarle oportunidades para que el especialista en pelota parada, Kemar Lawrence tenga disparos frente a su marco.
EU tiene todo que perder y una obligación gigantesca en sus hombros, esa podría ser la diferencia para que la presión se los coma y sea la oportunidad perfecta para que Jamaica se lleve por primera vez la copa, algo que rompería con un dominio norteamericano (Canadá, México y Estados Unidos) de ser los únicos que pueden presumir haber sido los mejores de la Concacaf.
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— CONCACAF (@CONCACAF) 26 de julio de 2017