Keita Baldé, triunfa en la Serie A

 

La goleada de la Lazio al Palermo (6-2) dejó el nombre de Keita Baldé grabado en la historia de la Serie A. El chico, de 22 años, anotó un hat-trick en cinco minutos y 20 segundos (21', 24' y 26'), hito que le sitúa como tercer jugador más rápido en lograrlo en la máxima categoría en Italia y dejó atrás a un tal Shevchenko (en siete minutos con el Milan). Tan solo Valentino Mazzola en el Torino, con tres goles en tres minutos (1946/47) y Pietro Anastasi en la Juventus, tres dianas en cinco (1974/75), fueron más precoces que este joven futbolista, forjado en las categorías inferiores del Barcelona.

Su padre comenta que "el Barça se asustó" por su forma de ser y prefirieron dejarle ir. Keita fichó por 300.000 euros y recaló en las categorías inferiores de la Lazio en 2011, donde permaneció dos años, conquista del título de liga con el filial de por medio, hasta debutar con el primer equipo. Curiosa la opción que escogió el africano, un equipo marcado por una afición con varios percances de carácter racista. Muchos ultras no ocultan sus simpatías políticas. En Roma, ha tenido sus luces y sombras. Aun así, en el club se acuerdan de que el chico eligió la Lazio cuando tenía ofertas de Real Madrid, Manchester United o Juventus. En el terreno de juego, no hay dudas, pero ha vivido varios episodios un tanto sombríos.

 

Es el segundo máximo goleador en Serie A de su equipo, con 11 tantos en 27 partidos (el primero es Immobile, con 20). Situados en la cuarta plaza con 64 puntos, aspiran a la Liga de Campeones para la próxima campaña si no lo impiden Atalanta (63), Milan (58) o Inter (56). Sus aptitudes auguran un gran futuro, sus actitudes lo nublan. Está claro que Balde tiene unas condiciones definitivas para el fútbol, pero no solo son los músculos los que juegan un papel importante sobre el césped. La cabeza también es fundamental. El devenir de Keita está en sus manos, nosotros, mientras, solo podemos disfrutar de su fútbol y esperar que de ese salto de calidad para elevar su nivel.