El Schalke perdió ayer 2-1 en campo del Hoffenheim y encadenó la quinta derrota consecutiva en la Liga alemana de fútbol, el peor comienzo de temporada de su historia.

Leipzig igualaron 1-1 en un duelo de invictos y los dos continúan metidos en la zona alta de la tabla de posiciones.

Con la nueva derrota de hoy, el equipo de Gelsenkirchen cayó a la cola de la tabla y sigue sin suerte bajo las órdenes del nuevo técnico Markus Weinzierl.

El plantel azul se ilusionó al abrir el marcador a los cuatro minutos a través de un formidable cabezazo de Eric Maxim Choupo-Moting. Sin embargo, a los 17 minutos igualó Andrej Karamaric también de cabeza, y en el 41, Lukas Rupp aprovechó un error del centrocampista Nabil Bentaleb para anotar el gol de la victoria.

En la turbulenta fase final del partido, el Schalke reclamó infructuosamente que fuese cobrado un penal por mano tras un saque de esquina. Hasta el técnico del Hoffenheim, Julian Nagelsmann, reconoció: “Sí, fue mano claramente”.

El arquero Ralf Fährmann y el capitán Benedikt Höwedes lamentaron la nueva derrota. “No sé dónde está el problema”, dijo Fährmann. “Cada semana es más difícil”.

Höwedes criticó la falta de cohesión. “Cometemos demasiados errores. Y eso pasa cuando no tienes confianza”.

El Schalke, que disputa la Liga Europa, languidece en el último puesto sin puntos, detrás del Ingolstadt y del Hamburgo, con una unidad cada uno.