La violencia y pobreza, son las dos consignas principales para que miles de hondureños hayan salido del país en el masivo éxodo emprendido el pasado 13 de octubre desde San Pedro Sula.

El Gobierno de Estados Unidos frenó con gas lacrimógeno y balas de goma a los migrantes que intentaron ingresar en su territorio a través de las garitas de El Chaparral y San Ysidro.

Al menos 4 mil hondureños que partieron en la caravana migrante llegó a la frontera sur de México e ingresó a la fuerza por el paso de Tecún Umán en Guatemala. 

Un grupo de 33 migrantes centroamericanos llegaron a la central camionera de la ciudad de Tijuana, México, de los cuales 13 de ellos son menores de edad, según lo detallaron las autoridades migratorias, quienes les proporcionaron una credencial que les permite el libre tránsito por la República.

La caravana migrante que salió con más de mil personas hacia los Estados Unidos no le ha gustado para nada al Presidente Donald Trump, quien este martes posteó en su cuenta de Twitter un enfático mensaje donde amenaza retirar inmediatamente la ayuda monetaria al gobierno de Honduras.