Milos Raonic se convirtió en el primer canadiense en lograr la final en el cuadro masculino de Wimbledon al vencer al suizo Roger Federer, su verdugo en la semifinal de hace dos años, en un partido épico, por 6-3, 6-7 (3), 4-6, 7-5 y 6-3 en tres horas y 25 minutos.