Era cuestión de horas para que se confirme la primera gran baja en el circuito de tenis. Para el Abierto de Australia, el primer Grand Slam del año, no jugará Andy Murray, ex número 1 del mundo, quien lleva casi seis meses sin disputar un partido. El británico confirmó hoy que no participará del torneo ya que no se recuperó de la molestia en la cadera que lo apartó del circuito desde julio del año pasado.
"Lamentablemente, este año no jugaré en Melbourne, ya que aún no estoy listo para competir", afirmó Murray. "Pronto volaré a casa para evaluar todas las opciones", añadió el ex número uno del mundo, que de acuerdo a los medios británicos ya tomó un vuelo desde Brisbane para regresar al Reino Unido.
Murray no juega oficialmente desde el pasado 12 de julio, cuando fue eliminado en Wimbledon. Tenía previsto jugar en Brisbane esta semana, pero anunció que todavía continuaba con molestias en la cadera y se bajó. Hoy confirmó que tampoco estará en Melbourne.
El ex número 1 del mundo ocupa el puesto 16 del ranking. Murray reconoció que el tratamiento conservador que hizo para recuperarse no tuvo los resultados esperados por lo que considera la opción de operarse.
"Hice todo lo que me pidieron pensando en la rehabilitación y trabajé muy duro para intentar volver a competir en una cancha", escribió Murray en su cuenta de Facebook hace dos días, cuando resolvió ausentarse de Brisbane. "Desafortunadamente el tratamiento aún no ha funcionado para llevarme al nivel que me gustaría, así que tengo que volver a evaluar mis opciones", reconoció el doble campeón olímpico.
La baja de Murray se suma a la del japonés Kei Nishikori, que el miércoles informó que todavía no está recuperado de una lesión en la muñeca que lo apartó del circuito el año pasado y que por eso no jugará en Melbourne.