25 años de Michael Schumacher en F1

 

El GP de Bélgica no es una cita cualquiera para el automovilismo alemán. Un 25 de agosto de 1991 debutó allí Michael Schumacher. Con 22 años de edad, un desconocido alemán fue el elegido por Eddie Jordan para subirse a su monoplaza en sustitución de Bertrand Gachot, quien estaba en una cárcel de Londres tras tener u altercado con un taxista.

 

Jordan apostó por Schumacher cuando aún era, simplemente, un joven talento. Hasta entonces sólo había ganado la Fórmula Konïg en 1988 y la Fórmula 3 alemana en 1990. Unos éxitos que quizá pudiera parecer escasos, pero que fueron suficientes para convencer al empresario británico. Schumacher no iba a lidiar con una empresa fácil, ya que el escenario de su debut fue nada menos que Spa-Francorchamps, un circuito en el que aún no tenía experiencia.

Pero esto no le frenó y a los mandos del Jordan 191 consiguió clasificarse para la carrera en 7ª posición. Sus vueltas fueron, en todo momento, más rápidas que las de su compañero de equipo, Andrea de Cesaris. Un día después, en la carrera, Schumacher estaba dispuesto a demostrar que su juventud e inexperiencia en la Fórmula 1 no sería suficiente para achantarse. Pero la suerte no estuvo de su lado. En la salida fue capaz de adelantar a dos coches y ser 5º, pero su embrague no le dio la oportunidad de completar, ni tan siquiera, una vuelta. Así que el gozo de Schumacher terminó después de subir Eau Rouge.

Lejos de pasar desapercibido, el ritmo de Schumacher llamó la atención de Flavio Briatore, que estaba al frente de la escudería Benetton. Briatore no dudó en fichar a esta joven promesa en detrimento del piloto brasileño Roberto Moreno. Schumacher pudo, de este modo, terminar el mundial de 1991. Su mejor resultado aquel año fue la 5ª posición del GP de Italia.

De promesa a heptacampeón

El mundial de 1992 fue la primera temporada completa en la que participó Schumacher y ya se pudo ver que no quería perder el tiempo al terminar tercero en el mundial. Pese a los podios conseguidos ese año, la victoria aún se hacía esperar. Fue en el GP de Portugal de 1994 cuando Schumacher logró su primera victoria. Una posición a la que se abonó un año después.

1994 fue su primer año de dominio. Sin contar las dos carreras en las que se retiró y las dos descalificaciones que sufrió, todas las pruebas las terminó en primera y segunda posición. Gracias a estos resultados consiguió su primer mundial. Un año después repitió la gesta y ya comenzaba a hacer historia por su condición de bicampeón.

Fue entonces cuando Ferrari decidió apostar por él para volver a ganar un mundial. Pero los inicios de Schumacher en la escudería italiana no fueron fáciles. En 1996, su primer año en Ferrari, terminó el mundial en tercera posición. En 1997 ya pudo luchar por su primer mundial con Ferrari, pero su choque a propósito con Jacques Villeneuve le dio el mundial al piloto canadiense y él, en lugar de terminar como subcampeón, fue descalificado. Todos los puntos que acumuló para el mundial de pilotos le fueron retirados.

El subcampeonato con Ferrari llegó en 1998 y doce meses después se tuvo que conformar con ser quinto en el mundial. Pero en el cambio de década su suerte cambió por completo. Con Jean Todt al frente del equipo y Ross Brawn y Rory Byrne como principales responsables técnicos de Ferrari, la escudería italiana recuperó sus años de gloria.

El dominio de Ferrari fue más que claro y Michael Schumacher consiguió la gesta de ganar cinco mundiales consecutivos. Fue entonces cuando se forjó su leyenda al ser el piloto que más mundiales de F1 había ganado en la historia. Las tiranteces con Rubens Barrichello no fueron suficiente para incomodar al piloto alemán.

Pero su dominio terminó en 2005 cuando el que fue su equipo, ya con el nombre de Renault y aún con Briatore al mando, le robó el protagonismo. Fue entonces cuando Fernando Alonso llamó a la puerta de los campeones del mundo. Aunque Schumacher no fue su principal rival en 2005, sí lo fue en 2006 y el piloto alemán terminó el mundial a 13 puntos de Alonso. Esa temporada 2006 fue la última para Schumacher con Ferrari, ya que anunció su retirada de la F1.

Del retiro a la construcción de un equipo campeón

Después de tres temporadas lejos de la Fórmula 1, Schumacher volvió de la mano de quien lo hizo heptacampeón del mundo, Brawn. Mercedes apostó por él para construir un proyecto que estaba llamado a ganar. Es cierto que su nivel de pilotaje había bajado y Nico Rosberg no se vio muy incomodado por Schumacher, pero el trabajo del veterano piloto alemán estaba más allá de la pista.

En esas tres temporadas en las que pilotó con Mercedes no destacaron grandes resultados, pero el propio equipo reconocía lo importante que estaba siendo el trabajo de Schumacher en el desarrollo del monoplaza. El propio Rosberg ha reconocido en varias ocasiones que fue el trabajo de Schumacher, junto al de Brawn, el que hizo que el equipo creciese y mejorase.

 

Así fue hasta la temporada 2013, en la que anunció su retirada definitiva de la Fórmula 1. Su sustituto fue Lewis Hamilton, quien abandonaba McLaren para aventurarse en una etapa que resultó estar llena de éxitos. En 2014 ya consiguieron ser subcampeones del mundo y lo que ocurrió en 2014, 2015 y está pasando en 2016 sólo se puede calificar como un dominio demoledor. Un dominio del que Schumacher es, en cierta medida, responsable.