Una investigación del Servicio de Pesca y Vida Salvaje de la Florida concluyó que el lanzador fallecido José Fernández conducía ebrio y a una velocidad vertiginosa, lo que provocó que su lancha chocara contra un muelle rompeolas de roca cerca de South Beach.
En el trágico accidente, perecieron el beisbolista y dos hombres que lo acompañaban. De haber sobrevivido, probablemente el astro de los Marlins de Miami hubiera sido acusado de varios delitos, entre otros homicidio culposo, según el informe final.