El Manchester City tuvo muchos problemas para superar al Wolverhampton, líder de la Championship, en la Copa de la Liga. Los de Guardiola pasaron por penaltis gracias a un gran Claudio Bravo y, tras el encuentro, el técnico español quiso explicar el por qué a su equipo le había costado tanto.
La razón era clara: la pelota. Pep señaló que “lo siento por la Carabao Cup pero no es un balón serio para una competición así. Es inaceptable”, añadiendo que seguramente el partido con un balón diferente hubiera cambiado: “quizás, si hubiéramos tenido una pelota distinta, Agüero hubiera marcado. Hubiera sido un milagro marcar. Era casi imposible”.
Eso sí, Guardiola quiso dejar claro que nos e trataba de ninguna excusa ya que el City había logrado pasar de ronda. “Es demasiado ligero. Se mueve hacia todos lados. No es una buena pelota. Es imposible marcar con un balón como este y lo digo ahora que hemos ganado, no pongo excusas. Es marketing, dinero... vale. Pero no es aceptable. No pesa nada. Tuvimos que entrenar con ella un día o dos, pero la pelota es mala para un año o dos. Todos los jugadores se quejaron. Decían: ‘¿Qué es esto?’”.
Yaya Touré fue uno de los futbolistas que apoyó a su técnico y, con dureza, dijo que “ese balón lo llevas a África y no lo quiere nadie. Muy malo. Los jugadores esperamos usar balones buenos, el de hoy era difícil”.