El Manchester United fue eliminado de manera sonrojante en cuartos de final de la Copa de la Liga por el Bristol City de la segunda división inglesa, la Championship.
Los locales lograron la hombrada gracias a un gol de Korey Smith en el minuto 93, y que dejó sin respuesta a los diablos rojos. El partido supuso la primera titularidad de Zlatan Ibrahimovic desde su grave lesión de rodilla, siendo además el capitán de su equipo y autor del único tanto, que suponía el momentáneo empate a uno en un preciso lanzamiento de falta. De poco sirvió, ya que Mou suma otro fracaso sonrojante en su currículum.
El United salió con fuerza al terreno de juego de Ashton Gate, creando peligro en las botas de Zlatan Ibrahimovic con un remate a los doce minutos que se estrelló en la madera. El cuadro de Old Trafford dominaba y llegaba a placer ante el meta Steele, estrellando Rashford un nuevo balón en el palo a los 21 minutos de partido tras una acción espectacular del joven talento rojillo. Instantes después era Pogba el que perdonaba enviando fuera su disparo. Pero poco a poco, David se fue creciendo ante Goliat y así avisaba el islandés Magnusson con un disparo que obligaba al paradón de Sergio Romero.
Nada más comenzar la segunda mitad, el primer mazazo para Mourinho cuando Bryan conectaba un disparo cruzado, imparable para el cancerbero argentino. Pero poco duró la sorpresa, ya que un lanzamiento de falta perfecto a cargo de Zlatan Ibrahimovic igualaba la contienda apenas siete minutos más tarde. Parecía que la lógica se imponía a favor del grande, y el meta Luke Steele se lucía ante un peligroso disparo de Romelu Lukaku, pero el Bristol City no había dicho su última palabra y Paterson envió el esférico al travesaño. El partido era un vaivén de sustos, con Lukaku perdonando de nuevo en un uno contra uno, pero cuando el reloj estaba ya tres minutos por encima del noventa, un centro de Taylor lo convertía Korey Smith en el gol decisivo con un perfecto remate. Locura en Bristol, y el Mou que suma un nuevo fracaso en su carrera.