Probablemente Karim Benzema esté atravesando las horas más difíciles de los últimos años de su vida: pasó toda la noche en la cárcel y su futuro en materia judicial es incierto.

El delantero del Real Madrid estaba acusado por haber participado en un chantaje contra Mathieu Valbuena, con quien compartió el plantel de la Selección de Francia. El mediocampista denunció en octubre que lo extorsionaron pidiéndole dinero a cambio de no dar a conocer un video privado en el que él aparecía.

El primer futbolista en pasar por el tribunal fue Djibril Cissé, pero solo estuvo unas horas declarando a diferencia de Benzema, quien pasó toda la noche en la estación policial de Versailles y este jueves, en su declaración ante el juez, reconoció estar implicado en el caso como mediador entre los extorsionadores, que podrían ser hermanos de Valbuena, y el propio jugador del Lyon.

Ahora la justicia evalúa la situación de Benzema, que fue imputado de “complicidad en intento de chantaje y participación en una asociación de criminales para preparar un delito que puede ser castigado con al menos cinco años de cárcel”, según el comunicado de la Fiscalía. Según el diario francés Le Progres, el delantero hasta podría ser declarado culpable de un delito de complicidad en el intento de extorsión.

A solo 16 días del clásico contra el Barcelona y en una situación futbolística del equipo en la que no puede darse el lujo de perder jugadores, en el Real Madrid hay un clima de incertidumbre más allá de que Benzema haya quedado en libertad tras haber prestado su declaración.