Modric y Rakitic presentes con Croacia en Rusia 2018

 

La selección balcánica, que ya goleó a Grecia en Zagreb (4-1), empata en la vuelta para obtener su billete a Rusia.

Quizá no haya en el panorama internacional selección que gestione mejor la supervivencia que Croacia. Ha disputado en su historia cinco repescas. Las ha ganado todas. La última, la disputada frente a una triste Grecia, tuvo poca historia tras las taquicardias de la fase de grupos. La zanjó con autoridad en Zagreb (4-1). Los helenos ni siquiera opositaron a levantar la eliminatoria en El Pireo y desplegaron la alfombra a los balcánicos, que disputarán en Rusia su quinto Mundial.

La excelente generación de Modric, Rakitic, Perisic, Mandzukic y Kalinic, en su plena madurez, tendrá así su gran oportunidad. Al menos, luchará por rememorar el éxito croata en su primera participación en el Mundial hace 19 años. Aquellos talentos alumbrado en el Mundial sub-20 de Chile de 1987 (aún con la selección de Yugoslavia) tuvieron su momento de gloria en Francia '98. El inolvidable equipo en el que formaban Suker, Boban, Prosinecki, Asanovic, Jarni, Bilic o Vlaovic logró el tercer puesto y grabó en la memoria del aficionado escenas para el recuerdo.

La actual Croacia es mucho menos pomposa, pero no soltó un solo suspiro en su repechaje frente a Grecia. El juego cachazudo y sin alma de los locales en un estadio Georgios Karaiskakis que sólo ofrecía el aliento de la desesperanza deparó una noche de simple burocracia. Croacia, esta vez con Modric por detrás de Kalinic, Mandzukic como extremo diestro, y con Rakitic ejerciendo labores de zapa en una suerte de doble pivote, dejó pasar los minutos. Los futbolistas helenos, entrenados por el alemán Michael Skibbe, se mostraron incapaces de acelerar el encuentro. En estático, naufragaban ante su nula pericia en pases y controles. Y Mitroglou, quien debía llevar el peligro, sólo podía retroceder para olisquear los balones que no iban a llegar a sus dominios.

Sólo generó algo de inquietud Grecia en los croatas mediante un disparo lejano de Papastathopoulos, en el primer tramo. Perisic, en el otro bando, fue quien más cerca estuvo del gol con un par de intentonas que no encontraron la red. Y ya con la noche cerrada, el árbitro acertó al anular un tanto a Pelkas tras fuera de juego de Torosidis.

Ricardo Rodríguez salva el pase de Suiza

La repesca está deparando otros duelos sombríos como el cruce entre Suiza e Irlanda del Norte que deparó en la esperada clasificación helvética. Los suizos, tras su triunfo (0-1) en Belfast, se limitaron a especular en la vuelta disputada en Basilea. El empate a nada les bastó para obtener el pase a su cuarto Mundial consecutivo, el undécimo de su historia.

La selección de Petkovic, eso sí, jugó con fuego. Si bien en la primera parte dispuso de varias ocasiones para cerrar el duelo -Seferovic, ex delantero de la Real Sociedad, falló todo lo que pasó por sus botas-, los norilandeses tomaron el pulso al partido en el segundo tiempo. Tanto que el combinado que entrena Michael O'Neill husmeó la prórroga hasta el último suspiro.

 

Moría el partido cuando Seferovic erró su enésima ocasión. Inmediatamente después, Petkovic lo mandaba al banquillo, momento que la afición del St. Jakob Park aprovechó para abuchearlo. El ariete no tuvo inconveniente alguno en encararse a sus hinchas mientras los norilandeses tramaban la ejecución de su plan perfecto. Éste debía pasar por un testarazo de Evans en el minuto 91. Tuvo que aparecer Ricardo Rodríguez, precisamente el autor del único gol de la eliminatoria, quien sacara bajo palos la pelota y alojara a Suiza en el Mundial.