Una de las piezas más codiciadas del Paris Saint-Germain, el italiano Marco Verratti y su compañero en la sala de máquinas del Parque de los Príncipes, el galo Blaise Matuidi, están abiertos a una posible salida del conjunto dirigido por Unai Emery.
Verratti ha transmitido al club su necesidad de formar parte de una plantilla metas ganadoras tras la más que desilusionante eliminación de Champions League en la que el Barcelona remontó el 4-0 de la ida. El jugador transalpino le ha dado la opción a la directiva de ofrecer soluciones en forma de una plantilla superior a la actual, con el objetivo de pelear y conseguir todos los títulos disputados. En caso de negativa por parte de la cúpula del conjunto de la capital francesa a esta solución, Verratti entendería que estarán dispuestos a escuchar ofertas importantes en lo económico para PSG y en lo deportivo para el propio jugador.
Muchos de los grandes clubes de la élite europea ya están alerta para intentar hacerse con los servicios de la gran estrella del PSG. Entre ellos suenan con fuerza el Barcelona, la Juventus y el Inter de Milán, quienes estarían muy dispuestos a pagar una suma notable de dinero, a la altura de lo que Verratti representa para el PSG. Mientras tanto el campeón de la Ligue 1 no deja de ser reticente a la idea de deshacerse de uno de sus jugadores franquicia, con todavía cuatro años de contrato y se reunirá con el jugador al final de temporada para hablar de todos estos detalles con vistas al futuro.
En el caso de Matuidi, el jugador está frustrado por la falta de minutos disputados. Pieza clave en el antiguo esquema de Laurent Blanc, ha pasado a ser un suplente de lujo para Emery. La gota que ha colmado el vaso de la paciencia del jugador Bleu ha sido la final de la Copa de la Liga francesa, disputada este pasado fin de semana ante el Mónaco. Matuidi tenía altas expectativas puestas en este choque de altos vuelos ante el conjunto revelación de la presente edición de la Champions League. Su intención era la de ser titular en una cita de tal relevancia, pero tuvo que esperar hasta el minuto 81 para saltar al césped.
El ex del St.Étienne considera que la situación se está convirtiendo en insostenible de un punto a esta parte. Su contrato finaliza en junio de 2018 y su renovación, que parecía inminente a principios del presente curso, está en un punto muerto debido a estos cambios en lo que afecta de forma directa al día a día del jugador. La Juventus ya tanteó al conjunto parisino el pasado mercado estival, que contaba con un Matuidi indiscutible en el once y contento con su papel en el equipo. Como consecuencia su respuesta fue un rechazo rotundo a la propuesta de traspaso por parte del cuadro turinés, de acuerdo con el propio jugador. La Vecchia Signora podría volver a la carga, aprovechándose del nuevo panorama, aunque seguro que no le faltan candidatos en otros equipos de la Serie A y de la Premier League, dónde su perfil de mediocentro físico y con calidad tiene gran aceptación.