Gareth Bale: El gran dilema para Florentino...

 

Ser suplente en el partido vital de Copa del Real Madrid contra el Barça debe ser mala señal. Saltar en el minuto 67 para tener solamente un disparo, mandar el balón a la grada y que el Bernabéu te pite debe ser muy mala señal.

Saltar en el terreno de juego perdiendo solo 0 a 1 y terminar el partido 0 a 3 es estar sentenciado. El madridismo se ha cansado de Gareth Bale. Después de que se marchara Cristiano Ronaldo, el galés lo tenía todo para coger el trono. No obstante, después de muchas oportunidades, ni Solari ni Florentino están contentos con el rendimiento del extremo.

Se está viendo a un jugador irregular, que por culpa de sus lesiones se ha convertido en un suplente cualquiera. Ni revulsivo ni nada, Gareth Bale es una ausencia de un conjunto que ya solo aspira a una competición, la Champions. El valor de mercado de Bale está cayendo en picado. Lo peor de todo es que parece que esta situación no le importa en absoluto, mostrando una falta de compromiso que ha molestado al club y a su afición.

COMPLICADA SITUACIÓN PARA FLORENTINO

Gareth Bale se ha convertido en un problema para Florentino. Pese a los grandes éxitos que ha dado el galés al Real Madrid, parece que la mecha del jugador se ha apagado. Saltar al campo y no aportar nada ha empeorado más las cosas, y es que el presidente del Real Madrid tendrá una enorme dificultad para encasquetar a Bale a otro club.

Ni Isco, ni Asensio, ni Bale... Parece que Solari ha perdido la paciencia con estos jugadores. Solari no ha empatizado con algunos miembros de la plantilla, en especial con Bale. Por más que trate de defenderle en las ruedas de prensa para recuperar a un jugador totalmente perdido, la realidad es que el galés no entiende el idioma y las palabras que le intenta transmitir el técnico del Real Madrid.

BALE ESTÁ CÓMODO EN SU ESTANCAMIENTO

Lo peor de todo es que Bale parece importarle poco ser un estorbo en el Real Madrid. Pese a la situación, el galés es feliz en Madrid. Tiene contrato hasta junio de 2022 y es el jugador que más cobra de la plantilla. Visto lo visto, el galés podría seguir de vacaciones 3 años más en la capital.

Sólo hubo un enemigo que casi le hizo abandonar la disciplina blanca. Tenía una mala relación con el extécnico Zinedine Zidane, ya que el francés le dejó claro su falta de compromiso con el grupo. Pero la sorpresa llegó en verano cuando Zidane se largó y dejó vía libre a Bale para vivir la buena vida.

Estar en España ha significado mantenerse alejado de la prensa sensacionalista. Un motivo suficiente para rechazar ser traspasado a otros grandes clubs de Europa. Sin hablar ni siquiera el castellano, Bale es un turista de lujo en el Real Madrid.