Sin rebosar alegría, más bien indiferencia, Pep Guardiola recogió esta mañana el galardón que le acredita como mejor técnico de la Premier en el mes de febrero. Cuatro victorias consecutivas en la competición doméstica (West Ham, Swansea, Bournemouth y Sunderland) justifican la nominación, aunque no es este tipo de reconocimiento el que más gusta al preparador del Manchester City: “Lo importante es lo que hagamos a final de temporada, pero entiendo el negocio”, llegó a comentar en alguna rueda de prensa anterior en relación a los títulos individuales.