La posible marcha de Luka Modric del Real Madrid después de que Cristiano Ronaldo pusiese rumbo a la Juventus fue uno de los culebrones del pasado verano. El Inter de Milán estaba muy interesado en el croata, que en ningún momento se pronunció para desmentir su interés en dejar el Santiago Bernabéu, pero la intervención de Florentino Pérez, tajante a la hora de remitir al club italiano a la cláusula del croata (750 millones de euros), frenó cualquier movimiento.